No podemos creer que ya pasaron 7 años desde que lanzamos al mercado nuestros primeros productos en una feria navideña compartiendo espacio con una tienda de joyas. Solo teníamos 2 productos, pues se había atrasado la fabricación del otro. Fue desafiante y algo sufrido, pero la verdad que aprendimos mucho. Y desde ese primer día, hemos seguido aprendiendo día tras día. A continuación, compartimos algunos de lo que hemos vivido y aprendido:
1. Construir una marca desde cero es como tener un hijo/a
Superar los desafíos y posicionar una marca es intensamente gratificante. De alguna manera, es como ver crecer a un hijo. Se necesita paciencia, esfuerzo y amor, pero al final, el resultado es maravilloso.
2. La Fuerza del Equipo
La colaboración, el compañerismo, el sentido del humor y trabajo en equipo son fundamentales, más aún en un equipo pequeño. Una empresa es al final sus empleados. Entre todos, tratamos de resolver problemas y enfrentar los desafíos.
3. No hay bola de cristal para el crecimiento
Nadie tiene la fórmula mágica. La clave es probar continuamente y aprender de los resultados. Cada paso es un aprendizaje, y no queda de otra que realizar pruebas en forma continua para ver cuál es el mejor camino.
4. Entender al cliente es clave
Aprendimos rápidamente lo valioso que es entender el cliente. También nos dimos cuenta rápidamente que no es nada fácil, pues ningún consumidor es muy racional cuando decide comprar algo, así que es un proceso constante de aprendizaje.
5. La competencia en el mundo de la cosmética
El mundo de la cosmética y skincare es una industria altamente competitiva, tanto con marcas internacionales, como las nacionales. A lo mejor, si hubiéramos sabido lo competitivo que es el mercado, no hubiéramos emprendido. Por suerte, lo hicimos en forma ingenua sin darnos cuenta de quienes nos tocaría competir.
6. Foco en la creación de productos únicos
Nuestro foco es y siempre fue crear desde cero productos efectivos, únicos, con ingredientes de calidad y con una sensorialidad maravillosa. Creemos que esa perseverancia ha sido un diferenciador clave respecto de la competencia que nos ha permitido ser el líder en nuestra categoría.
7. Aprender de los errores es la regla de oro
Equivocarse es permitido, lo que no está permitido es no aprender del error. No todo ha sido fácil y exitoso, pero por suerte, nuestros errores no fueron monumentales y fueron rápidamente corregidos. De hecho, hemos podido salir fortalecidos como empresa.
Tenemos claro que el camino que nos queda por recorrer es largo y que seguiremos aprendiendo.
¡Por los próximos 7 años! ✨
Paulina y Gaëlle