Puede que te sorprenda saber que los niveles de colágeno, la proteína que mantiene la piel firme, comienzan a disminuir desde la adolescencia. Sin embargo, la mayoría de las personas comienzan a notar líneas finas y flacidez en la piel alrededor de los 25 años. Y si bien la genética tiene mucho que ver con la forma en que envejecemos, cómo cuidamos la piel juega un papel predominante.
¿Son las arrugas o las primeras líneas una preocupación?
Las primeras líneas son una gran preocupación tanto en la vida de las mujeres como de los hombres, y algunos hacen todo para retrasar los signos del envejecimiento en sus rostros.
Sin embargo, es completamente normal que esto suceda a partir de los 30, cuando hay una reducción natural en la producción de aceite por parte de las glándulas, además de una caída en los antioxidantes, y en la producción de colágeno y elastina del cuerpo. Todo esto predispone a la aparición de las primeras arrugas y líneas de expresión.
¿Cómo aparecen las arrugas en la cara?
Las arrugas son el resultado del proceso natural de envejecimiento debido a la acción muscular repetitiva a lo largo de los años combinada con la reducción de las fibras de colágeno y elastina, que son responsables de sostener el tejido de la piel. Sin embargo, algunos hábitos que tenemos a lo largo de la vida pueden favorecer -e incluso anticipar- la aparición de los signos de la edad.
La exposición al sol sin protección, por ejemplo, es una de las principales causas de las arrugas, ya que los rayos UVA y UVB provocan lesiones en la piel desde una epidermis hasta capas más profundas de la dermis, aumentando la predisposición a la aparición de arrugas.
Además, factores como el cigarro, la dieta y hasta la forma en que dormimos también contribuyen a la aparición de arrugas.
¿Puedes retrasar la aparición de arrugas?
Una rutina diaria de cuidado de la piel, con el uso de cremas, sérums y protectores solares, ayuda mucho a mantener la calidad de la piel y a prevenir la aparición de arrugas.
Sin embargo, el 80% del envejecimiento está relacionado con el estilo de vida. Es importante tener hábitos saludables, como dormir bien por la noche, seguir una dieta rica en proteínas, tomar dos litros de agua al día y hacer ejercicio. Además, evite fumar, beber alcohol y azúcar en exceso, realizar expresiones faciales repetidamente y dormir con la cara vuelta hacia la almohada.
Diferencia entre arrugas y líneas de expresión:
Las arrugas son marcas profundas que surgen naturalmente con el proceso de envejecimiento debido a factores como la pérdida de firmeza y elasticidad de la piel. Las líneas de expresión son, en cambio, pequeñas demarcaciones que aparecen cuando movemos la musculatura de la cara.
¿Cuándo empezar a usar cremas antiedad?
A partir de los 20 años ya se pueden utilizar cremas antiedad como prevención. Ideal en esta esta etapa ir por cosméticos formulados con activos con altas propiedades hidratantes y antioxidantes, como la Vitamina C, la Vitamina E, la Alistina y el Ácido Hialurónico.
Sin embargo, es a partir de los 30 años, cuando observamos las primeras líneas, que se debe reforzar el uso de cremas hidratantes formuladas con ingredientes antiedad, especialmente antioxidantes y estimuladores de la producción de colágeno.
5 tips para cuidar tus primeras arrugas
- Concéntrate donde atacan las arrugas: Las primeras arrugas, o esos pequeños pliegues y hendiduras tempranas, generalmente aparecen en áreas donde la piel se mueve repetidamente (y se debilita con el tiempo) con expresiones. Sobre todo en la frente, los ojos y la boca.
- Mejora tus cremas de día y de noche: ¡O comienza a usarlas si aún no lo has hecho! Opta por una crema de día con péptidos, acido hialurónico, ceramidas o vitamina C, un súper ingrediente antienvejecimiento que previene el daño diario de los radicales libres que aceleran las arrugas, y un SPF de amplio espectro de nivel 30 o superior. Por la noche, opta por una crema más espesa y emoliente, ya que tu piel pierde humedad naturalmente mientras duermes, además de un sérum de retinol o resveratrol para ayudar a suavizar el aspecto de las líneas finas y dar una apariencia más suave y firme para la piel.
- Dale a tu piel un entrenamiento: Para mantener tu rostro terso y fuerte, los expertos dicen que necesitas fortalecerlo y tonificarlo como cualquier otra parte de tu cuerpo. ¿Has probado la técnica gua sha? Un masaje que consiste en deslizar una piedra plana a lo largo de la mandíbula, las mejillas y la frente para estimular la circulación y levantar y esculpir manualmente los músculos.
- Recuerda limpiar bien el maquillaje: Dormir con restos de maquillaje es el enemigo de la piel joven. Los restos pueden obstruir los poros y provocar inflamación, lo que acelera el proceso de envejecimiento.
- Vigila tu piel, pero no te obsesiones: Cuando partas un régimen antienvejecimiento, deberías ver mejoras en el tono y textura en aproximadamente tres a cuatro semanas. Si llegas a una meseta, habla con tu dermatólogo acerca de cambiar los productos, o tal vez desees considerar procedimientos con láser. Aún así, no hay una fórmula mágica. No puedes detenerlo por completo, por lo que es mejor no estar hiperconcentrado en cada arruga.
Si tienes una mentalidad saludable y sigues una rutina constante de cuidado de la piel, comes bien, descansas lo suficiente y proteges tu piel con SPF, estás haciendo todo lo correcto para lucir radiante.